miércoles, 3 de marzo de 2021

Tirando el arte a la basura

 Gracias a la gestión de nuestra vecina Alicia de la Fuente, conseguí una nueva foto del mural que estaba en el altar de la parroquia San Roque.

En la nota que acompaña la foto, gentileza de la revista de la Cámara de Comercio e Industria Esteban Corvara, vemos que el mural fue pintado por el pintor Antonio Chiavetti, reconocido artista de San Nicolás quien trabajo en el mural el tiempo necesario para convertirlo en una obra de arte única en el conurbano.

Según el portal de "Arte de la Argentina", Nació en San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires el 26 de noviembre de 1916 y falleció en Buenos Aires el 24 de diciembre de 2006. Cursó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes egresando con el título de Profesor de Dibujo en 1938. Desde 1935 realizó ciento veinte exposiciones individuales y participó en doscientas colectivas en salones oficiales y privados. Fue becado por el Ministerio de Educación dela Nación en 1952. Realizó diversos viajes de estudios por el interior de Argentina y en el exterior.. Desde 1946 actuó como Jurado en salones y certámenes particulares y oficiales. Ocupó los cargos de Presidente del Círculo de Bellas Artes de Buenos Aires y de , Presidente de la Asociación Estímulo de Bellas Artes, entre otros. Integró la exposición de Pintura y Escultura Argentina del siglo veinte en 1952 que recorrió Chile, Perú y Ecuador, organizada por el Museo Nacional de Bellas Artes. Obtuvo numerosos premios, como el Premio Adquisición en el Salón de Rosario, el Primer Premio Adquisición Fondo Nacional de las Artes,y el Gran Premio Adquisición y Medalla de Oro de Dibujo en el Salón Municipal Manuel Belgrano. Fue Director del Salón Peuser y de su propia Galería Antú entre los años 1948 y 1952. Es un pintor de aire libre; un observador directo que recoge de la naturaleza sólo los elementos indispensables a su necesidad de expresión plástica.

Lamentablemente, por decisiones inconsultas y hasta soberbias, el mural fue TAPADO perdiendo así una impagable obra de arte que nos distinguía y ponía a nuestro barrio en un destadcado lugar en el arte, considerando además que tuvimos de vecino a Juan Carlos Castagnino y que su casa taller luce abandonada a la buena de Dios.

Todo muy lamentable